El pasado sábado se reencontraron los dos últimos entrenadores del Celta en el Miniestadi en el encuentro que enfrentó al conjunto filial del Barcelona y al Celta.
Se reencontraron Eusebio Sacristán (entrenador del conjunto celeste durante la temporada 2008-2009 y 2009-2010) y Paco Herrera (entrenador actual del Celta desde la temporada pasada).
Se reencontraron dos entrenadores que serán importantes en un futuro. Eusebio por el increíble juego que hacía, plantándole cara a equipos como el Villareal o el Atlético de Madrid, en la copa del rey. Planteaba un juego del estilo de la Masía, que era más adecuado a primera división que a la dura Liga Adelante. Pasó momentos delicados en liga en los que el ascenso era una utopía y el descenso era una realidad, por lo que la permanencia era todo un logro. Por otro lado, Herrera, supo coger un equipo roto, después de varias temporadas en el infierno de la segunda división y llevarlo a estar en la parte más alta de la tabla durante mucho tiempo, incluyendo el primer puesto. Sin embargo una mala racha de resultados lo llevó a solamente disputar el play-off, del que se quedó fuera. Con todo, llevó a un equipo que luchaba casi por la permanencia, a disputar seriamente por el ascenso.
Después de todo esto, me pregunto que podría haber pasado, si el año pasado hubiera sido Eusebio el que entrenase al Celta, con los De Lucas, David, o Trashorras en plena forma, y no con los Arthuro, Joselú... etc.
Alomejor hubiésemos desplegado un fútbol nunca visto en la segunda división que nos llevaría a la división de honor del fútbol español, pero quizás no, y Herrera supo administrar el equipo bien, casi consiguiendo el ascenso.
Lo importante ahora es volver a coger la senda de los triunfos y volver a soñar con el ascenso.
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